En los planes anteriores la concepción de aprendizaje significaba solamente incorporación de nuevos contenidos al acervo personal. Los docentes hacían preguntas concretas con respuestas predeterminadas, los resultados indicaban si había tenido éxito o no el contenido visto.
El aprendizaje en estos días adquiere una concepción totalmente diferente, el papel del docente ahora es ser el facilitador, el mediador; debe saber el tema a tratar, buscar las estrategias necesarias que provoquen conflictos cognitivos en los alumnos, que haga que se apropie de conocimientos que construye llegando así a transformar su conducta. Y entonces diremos que se logro el aprendizaje.
Ante esta nueva objetividad del aprendizaje, cabia totalmente el modo de evaluación, pues ahora se evalua en el proceso: habilidades, aptitudes, actitudes, destrezas, conocimientos previos, etc. que nos darán una mejor apreciación de cómo el joven va construyendo su propio conocimiento y emitir así un juicio veraz.
Sabemos que al aprender, el ser humano se transforma.